Cinco beneficios de mantener la actividad física en la vida adulta:

Moverse es vida. Literal

Si recorremos un camino hacia una vida saludable y plena, fijar objetivos que contemplen la actividad física son esenciales para sostener en el tiempo ese modo de vida, especialmente en la edad adulta.
A medida que envejecemos, mantenernos activos se vuelve aún más crucial para preservar nuestra salud y bienestar general. por eso, hablaremos de cómo el ejercicio puede marcar una diferencia positiva en el día a día de la vida a partir de los 18 años en adelante.
Según la Organización Panamericana de la Salud, la actividad fisica, consiste en :
“actividades recreativas o de ocio, desplazamientos (por ejemplo, paseos a pie o en bicicleta), actividades ocupacionales (es decir, trabajo), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias.”
Y para eso nos recomienda con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares, la salud ósea y la reducción de riesgos de enfermedades neurotransmisoras, así como también la depresión que:
- Los adultos de 18 a 64 años dediquen como mínimo 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana, o bien una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.
- La actividad aeróbica se practicará en sesiones de 10 minutos de duración, como mínimo.
- Que, a fin de obtener aún mayores beneficios para la salud, los adultos de este grupo de edades aumenten hasta 300 minutos por semana la práctica de actividad física moderada aeróbica, o bien hasta 150 minutos semanales de actividad física intensa aeróbica, o una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa.
- Dos veces o más por semana, realicen actividades de fortalecimiento de los grandes grupos musculares.
Entonces, ¿Cuáles son los beneficios que estos hábitos pueden generarnos en la vida adulta?
Salud cardiovascular:
El corazón es un músculo, y como tal, necesita ser ejercitado. Realizar actividad física regular fortalece el corazón y los vasos sanguíneos, mejorando la circulación y reduciendo el riesgo de enfermedades cardíacas, hipertensión arterial y accidentes cerebrovasculares. Mantener un estilo de vida activo puede marcar una gran diferencia en la salud cardiovascular a medida que envejecemos.
Fortaleza muscular y ósea:
A partir de los 30 años, los músculos y huesos tienden a debilitarse. Sin embargo, la actividad física puede ayudar a contrarrestar este proceso. Mediante ejercicios de fuerza, como levantamiento de pesas o realizar actividades como el yoga, se fortalecen los músculos y se promueve la densidad ósea. Esto no solo mejora la capacidad funcional, sino que también reduce el riesgo de caídas y fracturas.
Salud mental y bienestar:
La actividad física no solo beneficia el cuerpo, sino también la mente. Realizar ejercicio regular libera endorfinas, sustancias químicas en el cerebro que actúan como analgésicos naturales y generan una sensación de bienestar. Además, el ejercicio puede ayudar a reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad, aliviar el estrés y mejorar la calidad del sueño. Una mente sana y equilibrada es fundamental para disfrutar de una vida adulta plena.
Control del peso:
Mantener un peso saludable es importante a cualquier edad, pero puede ser especialmente desafiante en la edad adulta. La actividad física regular ayuda a quemar calorías, controlar el peso y mantener una composición corporal equilibrada. Además, al aumentar la masa muscular, se acelera el metabolismo, lo que facilita el mantenimiento de un peso saludable a largo plazo.
Prevención de enfermedades crónicas:
La actividad física regular en la edad adulta está asociada con una reducción en el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, ciertos tipos de cáncer, enfermedades cardíacas y osteoporosis. Además, el ejercicio puede ayudar a controlar y gestionar estas enfermedades en caso de ya estar presentes. Es un poderoso aliado en la prevención y el manejo de enfermedades crónicas